Una Breve Hoja de Ruta para mis Libros Prólogo, por el Autor
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Analogía de la Vía Férrea
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Ciclos Bíblicos, Engranajes, y Superposiciones
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Respecto a las Perspectivas de mis Lectores
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Un Libro Judío
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Los Cristianos Tienen Problemas para Fechar la Gran Tribulación
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Nadie Sabe el Día ni la Hora
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El “Rapto”
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El Llamado del Cuclillo
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Analogía del Reloj de Cuclillo
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Corroboración
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Esta Hoja de Ruta le dará un breve vistazo de los principios primarios de investigación que usé en mis libros. La historia está repleta de intolerancia, odio, discriminación, persecución, tortura y guerras desatadas por un grupo étnico o social contra otro, a nombre de la deidad de alguna religión, o de alguna visión de derechos y justicia. Los dirigentes cristianos no están excluidos de la lista de ofensores en este respecto. Arrogancia y mentes cerradas han sido la primaria causa primaria para muchas de estas atrocidades horribles.
A través de los siglos la codicia egocéntrica y el deseo de ejercer poder social o político sobre otros ha causado millones de muertes en familias como la suya o la mía. La paz y la justicia nunca tendrán lugar mientras no haya un cambio genuino en la naturaleza humana, por cuanto los problemas espirituales exigen soluciones espirituales. Fue verdad en el día de Jesús, y es verdad hoy. Yo no tengo ningún milagro que aducir o visión que proclamar, pero haré lo mejor que pueda para comunicarle a usted, el lector, lo que descubrí respecto al plan de Dios para la humanidad.
Insto a los dirigentes religiosos de hoy a conceder a sus congregaciones la libertad de leer por sí mismos mis libros. No espero que la mayoría concuerde con mis conclusiones proféticas, pero sí espero que su desacuerdo se base en lectura objetiva y estudio razonables de los conceptos que presento en ellos. Quiero que mis ideas enfrenten un reto apropiado por sus propios méritos. Creo que Dios me ha bendecido con algunas nociones que me siento obligado a proclamar con la esperanza de que otros puedan aprender y crecer en la fe por ellas.
Un problema común de los maestros actuales de herencia judeo cristiana es que la mayoría de ellos se han educado para enfocar sus propias explicaciones e interpretaciones tradicionales de la Biblia. Son como un viejo disco rayado, con la aguja atascada en un surco y que nunca toca el resto de la canción. No miran al otro lado del mismo libro, la Biblia: los cristianos no estudian sus raíces hebreas, y los judíos no leen el Nuevo Testamento tal como es: un comentario judío de la Torá, los Profetas y los Escritos.
En las páginas de mis libros explicaré por qué es esencial estudiar el plan de Dios para la humanidad, que nos lleva a la fecha futura de la gran tribulación. Mis libros están repletos de conceptos que nunca han sido predicados desde ningún púlpito que yo sepa. Ampliarán sus horizontes incluso aunque la realidad de los años venideros le haga sentirse incómodo e intranquilo.
Analogía de la Vía Férrea
Los problemas de mi propia búsqueda por hallar una respuesta realmente empezaron cuando aprendí algo de lo que yo llamo el Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo. Este descubrimiento rápidamente me llevó a la conclusión de que uno necesita entender tanto la religión cristiana como las tradiciones judías para poder entender lo que en la profecía se conoce como “los últimos días.” (En los Estados Unidos de América nos referimos a estos “Últimos Días” como la “Gran Tribulación,” y por eso seleccioné este nombre para incluirlo en el subtítulo de estos libros).
A menudo comparo a las dos tradiciones basadas en la Biblia, el cristianismo y el judaísmo, a una vía férrea. El Antiguo Testamento hebreo, con sus tradiciones y ceremonias judías es uno de los rieles, y el otro riel es el Nuevo Testamento cristiano de la Biblia. Con los dos rieles se tiene la ferrovía bíblica. Este es otro caso de dualismo necesario tal como el paralelo dálet-jeh de las dimensiones material y espiritual de nuestro universo.
Cada riel trae estabilidad al otro; ninguno puede funcionar sin el otro, ni existir como sistema. Ambos rieles tienen un solo Diseñador, el Dios Creador que antiguamente hizo con Israel un pacto que consiste en varios conjuntos de promesas. Ambas tradiciones tienen lo que los cristianos llaman el Antiguo Testamento. Pero los cristianos se concentran en el Nuevo Testamento e ignoran en gran parte su cimiento, y los judíos generalmente rehúsan leer el Nuevo Testamento, aunque la mayoría de ese texto fue escrito por judíos. Los dos rieles de la ferrovía proveen la clave esencial para comprender el plan de Dios para la humanidad, así como los eventos futuros que todavía están por venir.
La Gran Tribulación durará solamente siete años. A este breve tiempo de prueba hay que ponerlo en contraste con los mil años de bendiciones futuras prometidas. El Creador se ha identificado mediante su relación de pacto con el pueblo de Israel. Repetidamente ha profetizado el futuro de esa nación, y ha intervenido en los asuntos del mundo para hacer realidad material esas profecías. Lo hace para bendecir a todos.
La vía férrea existe para que Dios pueda enviar todo un cargamento de bendiciones para toda persona hasta el mismo fin de lo que he denominado la edad tet (9). Pero está señalado que el tren pase de nuestra edad presente zayin (7) de conflicto e injusticia por un breve túnel en llamas de la edad jet (8), que es la Gran Tribulación. Todos estamos en ese tren, sea que entendamos a dónde se dirigen los rieles o no.
Cuando empecé a leer sobre el alfabeto hebreo y el calendario judío, todo fue extraño para mí debido a mi trasfondo alemán; pero descubrí que el plan de Dios para la humanidad es integral en ambas religiones. Para comprender lo que está haciendo Dios aquí la tierra y adónde nos dirige su plan, tuve que familiarizarme con ambos conjuntos de tradiciones; por eso los comparo con una vía férrea. Se necesita de ambos rieles para llevar a la humanidad por el túnel de la Gran Tribulación a la meta de las gloriosas bendiciones que Dios tiene guardadas para Israel, la Iglesia y para todos los pueblos del mundo.
Como resultado de este estudio llegué a la conclusión de que ignorar uno u otro riel le llevaría a uno a un análisis monoriel que no va a ninguna parte. Muchos movimientos teológicos u organizaciones eclesiásticas fueron fundados sobre un análisis bíblico defectuoso. La síntesis que presento en mis libros está arraigada también en la historia, y ella respalda ampliamente mis conclusiones.
Un tren hecho para correr sobre dos rieles necesita ambos rieles para ir a alguna parte. Lo mismo rige para tratar de entender el plan de Dios. De hecho, se puede entender la Gran Tribulación, sólo al combinar ambos puntos de vista. Desdichadamente los teólogos de una tradición o de la otra desconocen el otro riel. Consecuentemente no están en posición de aconsejar apropiadamente y pastorear a sus feligreses, que por lo general tienen menos educación que ellos. Por eso es que Jesús enseñó que mayor juicio caerá sobre los que enseñan en el nombre de Dios.
Una vez que descubrí esto, entonces las otras cosas que había estudiado empezaron a caer en su lugar. Por ejemplo, había investigado las culturas antiguas de los babilonios, aztecas, y chinos. Pero mis más grandes descubrimientos los hallé en el calendario judío y en sus festivales religiosos y días de ayuno. Al principio estas festividades fueron para mí gran misterio, pero su significación en la historia demostró ser esencial para fechar la profecía.
Con respecto al calendario hebreo tropecé con algo que levantó una bandera roja: la misma reacción mental que había surgido en mí en mi vida profesional cuando tropezaba con algo que me llevaría a una nueva invención. Noté en los pasajes bíblicos que hablan de la historia y de la profecía de Israel la misma calidad de patrones, o superposiciones, que había notado profesionalmente como nociones de impacto como inventor. Al estudiar la profecía bíblica seguí usando esta misma metodología de investigación que me había servido tan bien en el Valle de Silicona.
El resultado han sido incontables horas frente al teclado de mi computador, en lugar de estar sorbiendo vino metido en mi tina llena de agua caliente. Mi familia piensa que estoy perdiendo un tornillo, y la mayoría de mis amigos cristianos dejaron de hablarme cuando empecé hablar de la Gran Tribulación. Incluso la música dejó de sonar en mi granero por un tiempo. Pero estoy firmemente convencido de la validez de mis descubrimientos bíblicos y del Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo, así como del calendario, como jamás lo estuve en cuanto a mi mejor invención, y por eso escribo estos libros. Ha sido todo un desafío, y sólo por la gracia de Dios usted los tiene a su disposición en la internet y en varios idiomas.
Ciclos Bíblicos, Engranajes, y Superposiciones
Mientras estudiaba el antiguo Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo se me ocurrió que los eventos históricos de la humanidad se podían expresar en una ecuación matemática. Usando esta ecuación, los ciclos de la historia siguen un sendero predeterminado. Como muchos engranajes de tamaño diferente, estos ciclos de la historia y de la profecía engranan sincronizadamente para producir la apariencia de eventos proféticos, tal como los engranajes de un reloj de cuclillo precisa e inevitablemente hacen que aparezca el pajarito en el momento preciso.
¿Cuáles son esas otras fuentes que corroboran el calendario profético bíblico? Busqué en otras culturas y calendarios para ver si podía hallar algo que respalde las afirmaciones de la Biblia. Mi investigación me llevó a descubrir y aprender más sobre los calendarios judío y azteca, y el zodíaco chino. Aunque vienen de culturas antiguas diferentes, separadas por la geografía, y diferentes una de otra en idioma y cultura, todas se basan en un conocimiento común de astronomía para medir el tiempo.
Cuando integré todos estos componentes: la Biblia, el Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo, y los calendarios judío, azteca, y el zodíaco chino, resultó un sorprendente descubrimiento. ¡Todas estas fuentes dispares convergían en una fecha precisa! Yo no me propuse hallar una fecha, pero resultó que estos eventos cósmicos se superponían perfectamente en cada una de mis tablas de la historia y también con los ciclos y tiempos de la profecía que había identificado.
Después de haber realizado infinidad de cálculos para establecer la fecha de la gran tribulación desde las perspectivas bíblica y hebrea, noté que muchos de los ciclos de solsticios y equinoccios de miles de años encajaban precisamente con fechas específicas del futuro. Estas fechas cósmicas también están integradas en el Reloj Mundial de Cuclillo, que es otra analogía que inventé para comprender lo que Dios ha planeado. Esta alineación precisa de la información de fuentes independientes verifica las presuposiciones que se usaron para predecir los eventos históricos y proféticos para la humanidad y para el fin del dominio de Satanás, que también se muestra en la esfera del reloj.
La profecía bíblica funciona como un reloj. El cuclillo anuncia a nuestro mundo un evento venidero de enorme caos en la tierra. Este libro revela por qué debe haber una Gran Tribulación, cómo va a suceder, y cuándo va a suceder.
Luego empecé a descubrir las relaciones entre los ciclos bíblicos y engranajes cronológicos comparando y superponiendo las Escrituras cristianas y hebreas con eventos históricos y alineamientos cronológicos de eventos futuros. Mi experiencia previa como fabricante de relojes de cuclillo me ayudó a reconocer los varios ciclos históricos y engranajes cronológicos en mi análisis de la historia y profecía bíblica. A la larga pude determinar la fecha cuando aparecerá el pajarito del reloj y anunciará la Gran Tribulación.
Renuentemente he acabado siendo como el atalaya descrito en Ezequiel, capítulos 3 y 33. De varias maneras he llegado a identificarme emocionalmente con el profeta Jonás. Tal como el antiguo profeta Jonás no me entusiasmaba lanzar gritos de advertencia a un mundo que en su mayoría quiere que no lo molesten y que lo dejen seguir tranquilo su camino.
Pero la advertencia que Dios le dio a Ezequiel en cuanto a sus responsabilidades como centinela me convenció a seguir tecleando y revisando, a fin de tratar de explicarle a usted claramente lo que veo en la Biblia. Tampoco he olvidado cómo Dios usó algunos medios más bien nada convencionales para que Jonás llegue a la antigua Nínive y cumpla su deber de advertir a esa gran ciudad sobre el inminente juicio divino.
Respecto a las Perspectivas de mis Lectores
Escribir estos dos libros sobre el Plan de Dios para la Humanidad y la Gran Tribulación venidera fue para mí todo un gran reto. ¿Cómo comunico este mensaje de la destrucción inminente de la civilización humana en esta tierra a tantos grupos diferentes de personas que están a kilómetros de distancia en su manera de pensar?
En mi primer libro, ¿Se Acerca la Gran Tribulación?, he tratado de lograr este objetivo hablando de mi propio proceso de pensamiento en el descubrimiento, y del papel que la gran tribulación de siete años que menciona libro de Apocalipsis juega en el plan de Dios de siete mil años para la humanidad. Dediqué mucho más espacio a los siete mil años que a los siete años. Lo hice así por qué en realidad sin captar su propósito contextual no podemos entender de qué trata la gran tribulación y por qué un Dios amante está decidido a su llegada definitiva.
En este, mi segundo libro, explico en detalle mis métodos de investigación, así como también los acontecimientos de la Gran Tribulación en sí misma. Describo y fecho los principales acontecimientos usando referencias bíblicas, principalmente de los libros de Apocalipsis y Daniel. Por consiguiente, mi explicación de la Gran Tribulación a menudo repite y enlaza unos con otros los conceptos en la cadena de comprensión.
En este prólogo considero tres perspectivas religiosas específicas con las cuales estoy familiarizado: la judía, la cristiana y el materialismo secular. Muchos que siguen la última no conocen la Biblia en forma familiar. No tienen ni idea de que allí hay un registro de las comunicaciones de Dios con la humanidad desde el principio de este mundo.
En todo caso, espero hallarme en el vórtice de la controversia como resultado de estos libros. Me siento como que he hallado una lámpara extrañamente no familiar, como el cuento de Aladino. Cuando Aladino frotó la vieja lámpara, un genio salió de ella, y él no podía volverlo a meter. Para bien o para mal estos libros no pueden ser des-publicados ahora que ya están en circulación.
Me siento como que mi curiosidad de inventor, de mirar a las cosas y ver patrones bíblicos y relaciones ocultas para otros, me ganó en esta ocasión. Incluso los títulos de mis libros despiertan las emociones de muchos. Tal vez sienten amenazadas sus presuposiciones teológicas. Otros hacen preguntas simplemente por curiosidad. Se preguntan de qué trata la gran tribulación, y por qué Dios va a destruir casi todo y casi a todos. “¿Qué clase de Dios amante es ese?” preguntan.
En mi defensa me gustaría señalar que yo no inventé lo que salió de la botella. Yo no escribí los versículos bíblicos que cito. En mis libros hablo de religión, filosofía, el antiguo calendario azteca, y el calendario y zodíaco chinos, así como de varios otros temas que por lo general no se los asocia con la Biblia. Luego aplico las nociones de los que parecen ser hechos desconectados a los numerosos pasajes bíblicos que predicen claramente el conjunto de acontecimientos aterradores que hemos llegado a conocer como la Gran Tribulación.
Más abajo dirijo algunos comentarios específicamente y en forma separada a mi público cristiano, judío y secular. Tal vez usted quiera empezar con el grupo con el que se identifique, o tal vez prefiera leer todos esos comentarios conforme se presentan. Es su decisión.
Un Libro Judío
La mayoría de personas considera la Biblia como un voluminoso libro judío difícil de leer. Es más, a la Biblia no se la lee tanto como se debería leerla porque en ella hay bastante que es difícil de entender. Esto se debe parcialmente a que está llena de misterios y descripciones inexplicables de culturas antiguas y extrañas para la mayoría de nosotros.
Otros han descartado la Biblia debido a lo que ven por televisión. Algunos tele teólogos parecen disfrutar de las controversias y las opiniones mundanales. Otros entretienen con su personalidad carismática al realizar supuestos milagros fabricados expresamente para televisión. Hay otros que son buenos para engatusar a la gente con galimatías psico-espirituales. El resultado neto para los televidentes que no son creyentes es por lo general una educación errónea o un rechazo total.
En mis dos libros procuró darle un vistazo global claro de acontecimientos claves de la historia humana, vistos desde la perspectiva panorámica del plan de Dios. ¿De qué trata la vida? ¿Por qué y qué es la muerte? ¿Por qué Dios permite el mal?
Estas son algunas de las preguntas fundamentales que todos tenemos, y trataré de contestarlas dentro del contexto de la profecía bíblica. Conforme avanza en mis libros usted se verá expuesto a algunas perspectivas y explicaciones muy diferentes en cuanto a por qué Dios hace lo que hace. Así que no espere una disertación doctoral, o alguna teoría encumbrada en cuanto a la Biblia, sino una explicación sencilla y directa desde el punto de vista de un relojero.
Si Dios creó el universo, entonces debe haber un propósito divino para nosotros. Para comprender el propósito de Dios para nuestras vidas debemos tratar de ver desde el otro lado lo que está sucediendo en la tierra, y la Biblia es nuestra fuente primaria de evidencia.
Por supuesto, Dios mira la profecía como si ya hubiera sucedido. Debido a que él mora en la eternidad en el cielo, para él el futuro es lo mismo que la historia. A la dimensión celestial de Dios yo llamo la dimensión “jeh”. Jeh es una letra hebrea que comunica un mensaje alfanumérico como todas las demás letras del alfabeto hebreo. Quiere decir “el otro lado” o “ventana” y posee un valor numérico de cinco (5). En mis libros verá la perspectiva celestial de la vida sobre la tierra revelada mediante la aparición del número cinco (5). Esto incluye la cronología bíblica basada en cinco de la historia y de la profecía.
Nosotros vivimos en la dimensión dálet de este universo material, que está sujeta al tiempo, de modo que tenemos un futuro respecto al cual nos habla la profecía. Dálet es la cuarta letra hebrea, y lleva un valor numérico de cuatro (4). La perspectiva dálet a menudo se relaciona con el número siete (7), tal como en las líneas de tiempo históricas y proféticas y en los calendarios basados en la semana de siete días.
En mis libros hablaré ampliamente sobre estas dos dimensiones. Ambas dimensiones (cuerpo y espíritu) están al presente en cada persona: es lo que nos hace humanos y elegibles para vida eterna. Dentro del pleno contexto de la Biblia, el Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo es una hermosa herramienta que nos enseña muchos de los conceptos del otro lado.
La traducción entre estas dos dimensiones de dálet y jeh es difícil, en el mejor de los casos, desde nuestro lado, pero se puede hacer si se le da una oportunidad. Espero que mis libros le den una hoja de ruta, o le provean de una brújula que le ayude a encontrar su rumbo a través de la densa neblina de los malos entendidos, confusión y posiblemente, el prejuicio que a menudo distorsiona los claros mensajes de la Biblia.
Inicialmente quería escribir un libro para no cristianos antes que para cristianos. Espero que los judíos se interesarán más en el contenido este libro que la mayoría de otras personas no cristianas, pero a lo mejor recibo una sorpresa, que espero que sea favorable.
El plan de Dios es para toda persona; y no simplemente para judíos o cristianos. Todos atravesaremos la Gran Tribulación, así que estos libros tienen información importante para toda persona que está viva en la tierra. Miles de millones perecerán en los años que vienen, y no habrá ninguna salida rápida al cielo por adelantado, como muchos cristianos piensan.
Los Cristianos Tienen Problemas para Fechar la Gran Tribulación
Muchos eruditos cristianos tienen dificultades con el concepto de fechar la Gran Tribulación, porque erróneamente creen que la fecha del retorno de Jesucristo está directamente conectada con la fecha cuando empieza la gran tribulación, o por lo menos en la mitad del proceso.
Lo que descubrí es que el tiempo de estos siete años está pre-ordenado o cronológicamente colocado en por lo menos dos sistemas matemáticos de ciclos o engranaje del calendario: uno se basa en cinco y el otro es el más familiar sistema cronológico basado en siete. Se lo puede comparar a los engranajes dentro de un reloj de cuchillo, que describiré más adelante en detalle.
La fecha futura del retorno de Jesucristo y la resurrección de los santos no quedan determinadas por la fecha de inicio de la Gran Tribulación, ni por ninguna otra fecha que yo pudiera descubrir. Dios Padre decidirá la hora apropiada para la venida del Mesías como Rey de reyes. No se puede fechar. Creo que una vez usted entienda las razones cósmicas del “por qué” debe haber una Gran Tribulación, no tendrá problemas en aceptar las fechas que señalo.
Nadie Sabe el Día ni la Hora
Cuando oyen que alguien señala una fecha como el 2008 la mayoría de cristianos responden: “Nadie sabe el día ni la hora.” Pienso que han entendido mal el muy citado versículo bíblico. En primer lugar, permítame decirle desde el principio que yo no puedo fechar el día del retorno de Jesús en gloria. Lo que sí pongo fecha es a una serie de acontecimientos clave de la Gran Tribulación, incluyendo su principio y su fin. Hay una diferencia significativa entre los dos acontecimientos de la gran tribulación y determinar la fecha cuando Jesús volverá, y explicaré esto con considerable detalle más adelante en este libro.
Aparte de este tecnicismo pienso que la cuestión de fechar cuándo tendrá lugar la gran tribulación no se podía determinar hace dos mil años. Dos tipos de información muy importante se han añadido desde los días del profeta Daniel y de la iglesia inicial. Primero, ahora tenemos el libro de Apocalipsis, y en segundo lugar, tenemos dos mil años de historia con que trabajar a fin de ver los patrones del plan de Dios que van desenvolviéndose. Muchos avances modernos en la tecnología nos ayudan a investigar los patrones de la historia necesarios para proyectarse hacia adelante en la profecía. De hecho, muchas de las descripciones proféticas de los últimos días han surgido a la vida en los últimos ciento cincuenta años.
La pregunta antigua parafraseada fue: “¿Establecerás [Tú, Jesús] tu reino en este tiempo?” o “¿Cuándo vendrás en poder como Rey?” Jesús respondió a una pregunta sencilla de personas sencillas como una respuesta sencilla apropiada para su tiempo y su público. Voy a parafrasearla para usted en el lenguaje de hoy: “Nadie tiene suficiente información, y ni siquiera un buen calendario, para fijar la fecha futura del reino y el retorno del Mesías. Sólo Dios sabe la fecha exacta.” [Vea más sobre esta pregunta en mi posdata: “¿Puede Dios Cambiar su Calendario?”]
Pero hoy tenemos computadores para calcular un calendario muy preciso y confiable. Tenemos también todo el Nuevo Testamento y dos mil años adicionales de historia. Usted verá cómo estos tres cambios me hicieron posible descubrir algunas fechas para enmarcar cuándo tendrá lugar la gran tribulación.
Quinientos años antes de que Jesús viniera a esta tierra Daniel, el fiel siervo de Dios, recibió muchas visiones que le mostraron acontecimientos importantes que tendrían lugar años después de que su propia vida hubiera terminado. Cuando le fueron dadas las últimas de estas profecías, con ansiedad le preguntó al ángel del Señor: “Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?” (Daniel 12:8). Su respuesta fue:
Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán (Daniel 12:9-10).
El ángel le dijo claramente a Daniel que “los entendidos comprenderán” estas profecías del “tiempo del fin.” Partiendo de este versículo entiendo que es seguro concluir que en verdad es posible descubrir las respuestas del cuándo, qué y por qué de las profecías de Daniel, que Apocalipsis esencialmente repite y embellece.
No tildo, ni podría tildar con justicia, de “impíos” a los cristianos que no entienden los detalles de la gran tribulación. Pero, leyendo los versículos de Daniel que acabo de mencionar, tampoco puedo concluir que Dios los consideraría entendidos. En lugar de apresurarme a llamar “necios” a mis hermanos en Cristo, más bien he llegado a creer que muchos cristianos ni siquiera saben qué creer, tal como Tomás.
A menudo me he preguntado por qué Tomás, testigo ocultar de muchos milagros sobrenaturales por tres años, debía “dudar” al final de la vida de Jesús sobre la tierra. Además de los muchos milagros que presenció, había oído muchos versículos de la Torá explicados sencilla y poderosamente por Jesús, el más grande maestro que jamás ha vivido. De manera similar, Pedro declaró ser uno de los mejores amigos de Jesús: “Nunca te dejaré. Mi vida daré por ti,” había dicho, y sin embargo una semana más tarde este mismo “amigo” evadió tres posibles confrontaciones negando haber conocido jamás a Jesús.
Este es mi reto a usted en cuanto a leer mis libros: no tiene que justificarse ante mí. Yo soy un sencillo inventor y a veces fabricante de relojes. Los entendidos demostrarán su sabiduría por la forma en que viven sus vidas dirigidos por el Espíritu Santo. Si usted se ha graduado de alguna institución académica establecida, entonces probablemente tendrá dificultades para tratar con los muchos pasajes bíblicos que cito en mis libros, y la forma en que los expreso en el lenguaje de todos los días, pero Dios no nos juzga por lo que sabemos. Más bien, nos juzga por lo que hacemos con nuestras vidas, y eso incluye lo que sabemos.
Si lee mis libros pienso que podrá ver más claramente su propia posición, por lo menos respecto a lo que he escrito. Probablemente rechazará o aceptará el contenido, porque Dios mediante su palabra inspirada le preguntará: “¿Eres uno de los entendidos que comprende el tiempo del fin?” Si rehúsa de plano leer mis libros debido al tema, entonces a todavía está en incredulidad tal como lo estuvo “Tomás el dudoso.” Espero que no dude de esa manera cuando comparezca delante de Jesús el día del juicio final.
El “Rapto”
Cuando empecé mi investigación me suscribí a revistas cristianas sobre la profecía bíblica, así como a otras de noticias y ciencia, a fin de mantenerme al día con lo que está sucediendo en el mundo. En sus páginas continúe buscando respuestas que fueran puente entre las significativas desconexiones entre las teorías respecto al futuro desconocido y lo que la Biblia describe en Apocalipsis y otras profecías.
Mi propia predisposición a creer un rapto pretribulacionista me llevó a leer varios libros sobre ese tema. Para los que no estén familiarizados con la expresión, la frase “rapto pretribulacionista” quiere decir que los verdaderos creyentes cristianos serán resucitados antes de que los terribles tiempos de la gran tribulación caigan sobre el mundo. En otras palabras, los creyentes desaparecerán súbitamente en el aire antes de que los asuntos en la tierra se vuelvan demasiado difíciles.
La “Primera Resurrección” es una enseñanza central en la Biblia. Allí es cuando nuestros cuerpos físicos serán transformados de carne a espíritu, después del retorno de Jesucristo a esta tierra (Apocalipsis 20:4-6; 1 Corintios 15:50-54). El que este vivo en ese momento no tendrá que pasar por la muerte. Hay abundante cantidad de novelas disponibles en las librerías respecto a esos últimos días. Aunque hermosamente escritas, parece que la mayoría de ellas se suscriben a una exposición errónea de la Biblia cuando se las superpone y se las compara con muchos pasajes bíblicos y el Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo.
También veo que por televisión se hace publicidad de muchos libros que promueven la mentalidad estadounidense de consumo exagerado. Los estadounidenses, incluyendo los cristianos, por razones comprensibles no quieren que se perturbe su nivel de vida. Los libros sobre el rapto pretribulacionista se venden bien porque les prometen a los fieles que pueden evitar las pruebas, dolor, tortura y muerte. Se puede encontrar estos libros casi en todas partes en el mundo occidental, y especialmente en las librerías cristianas.
La presuposición básica que se expresa en la mayoría de ellos se basa en la noción de que los cristianos están exentos de la ira de Dios; y de allí surge la idea de que los cristianos fieles desaparecerán antes del terrible tiempo de la gran tribulación. Abundan muchas variaciones de esta teoría, que procuran alentar los sentimientos tranquilizadores que uno quiere oír, pero no son exactos porque sus autores no entienden completamente el propósito de la ira de Dios.
Así la mayoría de cristianos evangélicos se han dejado arrullar para creer una teología cómoda que no perturba ni molesta su presente estilo de vida con ideas negativas de una destrucción inminente. Continúan disfrutando adormilados su presente modo de vida, confiando en que la póliza de seguro de vida prometida por sus iglesias está vigente. Debido a la enseñanza del rapto, creen que no estarán presentes cuando lleguen los tiempos de pruebas y aflicciones verdaderamente grandes.
Mis dos libros le darán una perspectiva diferente y, a mi modo de ver, acertada, en cuanto al rapto; que es una enseñanza que históricamente ha dividido a muchos cristianos. Mis perspectivas son diferentes porque he superpuesto mis escenarios con el Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo, que pone cierto orden en la confusión inherente de Daniel y Apocalipsis.
El Llamado del Cuclillo
Al caminar por el Bosque Negro de Alemania se puede oír el canto del cuclillo. Es un pájaro muy extraño. Vive sólo, y no forma pareja permanente como la mayoría de los demás pájaros. Tampoco construye nido, ni cría a sus propios polluelos. La hembra pone su huevo en el nido de alguna ave de otra especie, y cuando el huevo revienta, el polluelo del cuclillo echa fuera del nido a los demás polluelos, y así es el único que queda. Los padres postizos trabajan duro y no se dan cuenta de que están criando un polluelo parásito que ha matado a sus crías legítimas simplemente para robarse su comida.
Es cosa cruel cuando una especie tiene que criar a los hijos de una especie diferente; especialmente si los polluelos del último matan a los herederos legítimos que debían estar en el nido. Dios nos enseña realidades espirituales partiendo del mundo natural. El bosque es nuestro mundo, que lo identificaremos más tarde con la letra hebrea dálet, que también es el número cuatro (4), y lleva el concepto de “en este mundo y en este tiempo.”
En este mundo todos hemos experimentado el mal. A veces nos preguntamos de dónde viene. Podríamos vivir vidas perfectamente cómodas, si no fuera por . . . ¿Por qué nos vemos constantemente frente a conflictos por recursos y asuntos de vida o muerte? Parece que hay una irracionalidad masiva que interfiere con lo que de otra manera sería un mundo maravilloso lleno de vida abundante para todos. En verdad algo anda terriblemente mal.
El cuclillo es un invasor que viene de otro territorio. En mi analogía el cuclillo es Satanás, y su propósito es derrotar todos los aspectos de la vida normal para su propia gratificación, orgullo y existencia. Esconde sus verdaderas intenciones disfrazando su canto de una manera que en realidad nunca podemos identificarlo en el bosque. Vuela velozmente de un lugar a otro para que parezca que hay muchos cuclillos cerca, pero eso es simplemente parte de su estrategia global de mentiras, engaño e ilusión.
En estos dos libros hallará identificados al cuclillo y a las características de su canto y ciclo de vida. Los relojeros alemanes usan los incrementos de reclamo del cuclillo como marcadores del tiempo. Puesto que crecí en Alemania y sé cómo hacer relojes de cuclillo, relaciono esta analogía de mi juventud con el plan de Dios para la humanidad. En mis libros le enseñaré como funciona el reloj de cuclillo del universo.
Estas varias analogías le abrirán la mente a conceptos cósmicos que nunca antes habrá oído. Incluso los creyentes cristianos y judíos descubrirán algo nuevo en estos libros. Describo la dimensión dálet que parece bosque, tanto como el dominio del aire que ocupa Satanás y sus demonios. Revelaremos el conflicto de la muerte que los pájaros legítimamente nacidos (personas) experimentarán durante la gran tribulación, y finalmente aprenderemos cómo y cuándo Dios pondrá fin al Maligno para beneficio de toda la comunidad de pájaros.
Analogía del Reloj de Cuclillo
Cuando era muchacho, en Alemania, aprendí a hacer relojes. Me gustaba especialmente hacer relojes de cuclillo. Este aparato para marcar las horas contiene muchos engranajes de varios tamaños conectados a un mecanismo que mueve un pajarito de madera. En el momento específico tiene lugar un suceso designado, cuando se abre una puerta diminuta y el pajarito anuncia su presencia.
Después de entender el mecanismo de un reloj de cuclillo, fácilmente podía predecir el momento exacto en que se abriría la puerta, y saldría el pajarito. Este conocimiento no me hacía profeta. Simplemente aprendí cómo interpretar la acción mecánica. Si la historia humana está regulada como un reloj, entonces todo lo que uno necesita para predecir eventos futuros es estudiar la información provista por el Creador, y determinar correctamente cómo todo encaja en su lugar.
Hace como dos mil años Jesús vino a su pueblo en el tiempo “determinado” (Hechos 1:22-14; Hebreos 1:1-4). A mi juicio su venida de nuevo en gloria no es diferente. Hay un tiempo fijado y determinado por Dios Padre de acuerdo a su plan desde el principio (Hechos
3:19-26). Pienso que desde 1967 esa fecha ya la conocen en forma aproximada todos en el cielo. El tiempo está estructurado en la cronología profética e histórica combinada de la humanidad en forma de engranajes y ciclos similares a los que se hallan dentro de un reloj de cuclillo bien fabricado.
Después de estudiar cuidadosamente los muchos versículos bíblicos pertinentes formulé un calendario para la gran tribulación de siete años. Luego investigué fuentes extra bíblicas que predicen un escenario para el fin del mundo. Para mi sorpresa, otros cuatro calendarios de otras culturas se superponen con las predicciones bíblicas, tal como los engranajes de un reloj de cuclillo engranan unos con otros. Esto en sí mismo es una prueba sobresaliente, indicando fuertemente que la gran tribulación sucederá tal como yo lo predigo. Mis fechas tal vez todavía necesiten algún ajuste menor. Siendo humano, puedo cometer errores, y los cometo. Sin embargo, una cosa es cierta: el plan de Dios para este universo es fijo, como los engranajes de un reloj de cuclillo.
Corroboración
Cada vez que el pajarito de mi reloj anuncia su presencia me hace recordar lo increíblemente que Dios ha preservado su palabra por miles de años. Me siento privilegiado por haber desentrañado este misterio. El anuncio de la gran tribulación es tal vez la última llamada del despertador para alertar al mundo respecto a los cambios drásticos que pronto sucederán.
Mientras estudiaba el antiguo Sistema Numérico del Alfabeto Hebreo se me ocurrió que los sucesos históricos de la humanidad se podrían expresar en una ecuación matemática. Usando esta ecuación, los ciclos de la historia siguen una senda predeterminada. Como los muchos engranajes de diferentes tamaños, así los ciclos de la historia y profecía engranan entre sí sincronizadamente para producir la aparición de los sucesos profetizados; tal como los engranajes del reloj de cuclillo precisa e inevitablemente hacen que el pajarito aparezca en el momento preciso.
La Biblia es la inerrable palabra de Dios. Si la interpretamos apropiadamente será un recurso válido para predecir acontecimientos futuros. Mientras que la Biblia es la inerrable palabra de Dios, todo intento humano por interpretarla puede ser defectuoso. Sin embargo, si la información de otras fuentes apunta a los mismos eventos sucediéndose en los mismos tiempos, entonces estas correlaciones confirmadoras de sucesos y fechas sería un caso fuerte para validar la interpretación bíblica.
¿Cuáles son esas otras fuentes que corroboran el calendario profético de la Biblia? Cuando investigué otras culturas y calendarios para ver si podía hallar algo que respaldara lo que la Biblia afirma, mi investigación me llevó a descubrir y aprender más de los calendarios judío, azteca y el zodíaco chino. Aunque proceden de diversas culturas antiguas, separadas por la geografía, y diferentes entre sí en idioma y cultura, todos se basan en un conocimiento común de astronomía para medir el tiempo.
Cuando integré todos estos componentes, el resultado fue un descubrimiento asombroso. ¡Todas estas fuentes dispares convergían en una fecha precisa! No fue mi intención buscar esa fecha, pero resultó que estos sucesos cósmicos se superponían perfectamente con cada una de las tablas de la historia que preparé, así como con los ciclos proféticos e históricos que había identificado.
Después de haber hecho muchos cálculos para establecer la fecha de la gran tribulación desde las perspectivas bíblica y hebrea, noté que muchos de los ciclos del equinoccio y solsticio en miles de años encajaban exactamente con fechas específicas en el futuro. Estas fechas cósmicas también están integradas en el Reloj Mundial de Cuclillo. Esta alineación precisa de información de fuentes independientes verifica las presuposiciones que se usaron para predecir los sucesos históricos y proféticos para la humanidad y el fin del dominio de Satanás, que también se muestra en la esfera del reloj.
La profecía bíblica funciona como un reloj. El cuclillo anuncia a nuestro mundo un acontecimiento venidero de enorme caos en la tierra. Este libro revela por qué debe haber una gran tribulación, cómo va a suceder, y cuándo va a suceder.
Volviendo a mi analogía del canto del cuclillo en el Bosque Negro de Alemania, quiero decirle que de aquí a apenas pocos años, todas las comunidades de aves de todo el mundo podrán criar sus hijos sin ningún temor del mal. Le invito a un recorrido por el bosque negro en mis libros. Escuche el llamado del plan de Dios para la humanidad en ¿Se Acerca la Gran Tribulación? y El Misterio del 17 de Tamuz. Siga los llamados por los bosques del tiempo conforme presento en detalle los descubrimientos bíblicos y cronológicos que respaldan las fechas que uso en ambos libros.
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Una INTRODUCCIÓN Esencial: La REVELACIÓN de Jesucristo escrita por el Apóstol Juan y re-ordenada por el SISTEMA NUMÉRICO DEL ALFABETO HEBREO |
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Prefacio - ¿Por Qué Dos Libros Separados? | |
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